Por Lino Zentella
Hoy por circunstancias de la vida o como dicen en los pasillos del hospital regional de Pemex-Villahermosa por “justicia divina”, el subdirector administrativo Miguel A. Martínez Olivares “Mamo” convalece grave en buena medida víctima de la propia red de corrupción que él construyó…
El asunto comenzó cuando Martínez Olivares (foto) viajó con Guillermo Ponce, jefe de Mantenimiento, (quien por cierto está estrenando una camioneta Lobo con un sueldo pírrico) a ver a la jefa de ambos a quien ya habían metido al juego sucio Irene Livier, gerente de Administración y Finanzas, porque maleantes entraron a su casa en el DF, la vaciaron y a ella la ultrajaron…
De regreso MAMO se resintió de un problema en la cervicales por lo que tuvieron que intervenirlo en el Regional de Villahermosa…
Siendo que es un nido de corrupción que él mismo creó y que a mucha gente lastimó en el proceso, MAMO desconfió de la capacidad de los médicos locales y con sus influencias mando a buscar a una cuadrilla de reconocidos doctores a México…
Además la empresa Tiendas Ortopédicas surtió el material de la operación como la prótesis que le iban a instalar en el cuello…
Cuando hay quejas a diario de los pacientes de que nunca hay suturas, instrumental quirúrgico, equipos y ropa…
La operación de cervicales comenzó el 6 de mayo en la mañana y MAMO salió a la una de la tarde; a las 3 no reaccionó de la anestesia y se le fue un coágulo de sangre al cerebro provocándole según la versión extraoficial “muerte cerebral”…
Con ello le dejó la batuta a su delfín corrupta Pati Mcgregor, en la Subdirección Administrativa, quien a su vez nombró a David López como jefe de Adquisiciones, otro eslabón de esta mafia y Manuel Alamilla, quedó como supervisor de Mantenimiento…
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