Serias anomalías le hicieron llegar a la Secretaría de la Función Pública sobre irregularidades y malos manejos que se están llevando a efecto en el municipio de Paraíso, Tabasco, específicamente en la Terminal Marítima Dos Bocas y en inmediaciones de la misma, donde Petróleos Mexicanos y PEMEX Exploración y Producción poseen tierras que están siendo objeto de explotación, uso, aprovechamiento y usufructo, con el contubernio, aprobación, consentimiento y beneficios económicos “mochadas”, de personal de Petróleos Mexicanos y/o PEMEX Exploración y Producción…
El asunto radica en que en Paraíso, PEMEX es poseedor de innumerables hectáreas de tierras (foto) que se encuentran ociosas o en reserva y que colindan con la carretera que conduce a la Terminal Marítima Dos Bocas y con las colonias Empleados de Confianza, Petrolera Etapas I, II y III y con la Villa Puerto Ceiba, mismas tierras que fueron adquiridas a particulares entre finales de la década de los 70 y principios de los 80’s…
Es el caso que estas tierras que no forman parte del perímetro de la Terminal Marítima Dos Bocas, desde hace varios años vienen siendo explotadas y usadas para la crianza de ganado por algunas personas que sin el menor de los escrúpulos se sienten dueños de ellas y con el mayor de los cinismos dicen contar con permisos del personal de PEMEX para su uso, al grado tal, que ante la vista del personal de Seguridad Física, de los dizque “Especiales de la Gerencia de Seguridad Industrial” que no sirven más que para cobrar una buena paga, así como de la propia partida de marinos que tienen una base dentro de la misma Terminal Marítima, han construido cercas con postes de madera y alambres de púas, delimitando dichos terrenos como potreros para la ganadería, por lo que dentro de estos terrenos cercados se sienten los amos y dueños absolutos cuidando y pastoreando su ganado… Estas gentes que se han adueñado de estas tierras tienen nombres y apellidos…
Uno de ellos se llama ANTONIO DE LA CRUZ, quien vive en las inmediaciones de la colonia Empleados de Confianza, en Paraíso… Este señor, juntamente con sus hijos, han formado una gavilla de forajidos que se sienten los pistoleros más valientes del oeste, ya que no solamente recorren estas tierras montados a caballo, sino que además andan armados, especialmente ANTONIO DE LA CRUZ, quien trae una pistola a la cintura, por si alguien se atreve a desafiarlo o a cruzar “parte de sus tierras” de las que se ha apropiado y en cuanto a sus hijos, estos andan armados con machetes dispuestos a tasajear a quien intente asomar las narices a las “propiedades” de su padre y que ya forman parte del patrimonio familiar, ya que personal de PEMEX les ha autorizado para que las exploten y utilicen como tierras de pastoreo y forraje para su ganado…